QUE VAS A ENCONTRAR AQUI?

Este es un espacio donde se profundizará en el conocimiento del ser humano, su comportamiento y su espíritu, así como encontrarás documentos que te serviran para reflexionar acerca de muchas cosas de la vida y libros que te abordaran temas diversos

martes, 22 de noviembre de 2011

ONTOGENESIS DEL PENSAMIENTO


En la ontogénesis, acompañando al desarrollo de la criatura humana desde su formación, es importante considerar que el espíritu se une al cuerpo en el momento en que el bebé entra en contacto con la luz del ambiente y respira, como escribió Allan Kardec en El Libro de los Espíritus, ítem 344, al discurrir sobre la unión del alma con el cuerpo, afirma que «La unión empieza en la concepción, pero no se completa hasta el momento del nacimiento. Desde el instante de la concepción, el espíritu designado para habitar en un cuerpo determinado se une a él por un lazo fluídico, que se va estrechando poco a poco, hasta que sale el niño a la luz. El grito que lanza entonces anuncia que pertenece al número de los vivientes y servidores de Dios».

El alma no está indiferente a la formación del nuevo organismo y actúa todavía antes del fenómeno de la fecundación, por el encaminamiento de los gametos destinados a la formación del nuevo ser, que se inicia en la célula huevo.
Actuando en el cuerpo humano desde su formación, el espíritu desempeña importante contribución por contener en el periespíritu el archivo de la memoria de vidas pasadas, pudiendo transmitir al organismo las vibraciones positivas o negativas que le conviene, según la ley de la justicia divina, que concede a cada uno según su merecimiento.

Respetadas las leyes hereditarias, el espíritu, a través del periespíritu, actúa en el cuerpo físico como «Modelo Organizador Biológico», tal como dice Hernani Guimarães Andrade, en el libro Espíritu, Periespíritu y Alma: «Capaz de actuar sobre la materia orgánica y provocarle el desarrollo biológico».

Existen evidencias que llevan a creer que el alma, a través del periespíritu, ya actúa en el organismo humano en formación en el interior del útero materno, registrando, igualmente, todo lo que ocurre en el mismo, en esa fase de la vida.

En el nacimiento, el bebé ya tendría los elementos para pensar, pero sus neuronas cerebrales todavía no están en condiciones de manifestar plenamente los mensajes del pensamiento continuo
que emanan del alma, razón por la cual el recién nacido manifiesta tan solo los reflejos, que
constituyen las primeras manifestaciones neuropsíquicas del recién nacido, todavía instintivas, en el nivel del mismo, aunque sea probable que manifieste cierto grado de percepción, visto que tiene condiciones para analizar a los adultos que le rodean.

Con el transcurso del tiempo, surgen, paulatinamente, las manifestaciones psíquicas diferenciadas del ego y super-ego, resultantes de la adquisición de la capacidad de percepción, de raciocinio y de llegar a conclusiones, por la elaboración de pensamientos continuos que forman el campo mental diferenciado de la vida adulta.
Tomado de Enfermedades del Alma " Roberto Brólio"

lunes, 14 de noviembre de 2011

CONEXION ALMA PENSAMIENTO



“ Enfermedades del
Alma” Dr Roberto Brólio
El cerebro, a pesar de las apariencias, no es el creador de los pensamientos, sino un recurso para
su manifestación, siendo igualmente responsable de la manifestación de otrosatributos del alma, como la voluntad, el querer, la determinación, la intuición y la consciencia.


Los pensamientos rectos o positivos de amor, de buen ánimo, de coraje, de aprobación, de fe, son edificantes y promueven la salud, el bienestar, el progreso, la riqueza, la alegría, en fin, todos los bienes de la vida.

( Dr Roberto Brólio “ Enfermedades del Alma”)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL ALMA Y SU RELACIÓN CON EL CEREBRO


El cerebro, a pesar de las apariencias, no es el creador de los pensamientos, sino un recurso para su manifestación, siendo igualmente responsable de la manifestación de otros atributos del alma, como la voluntad, el querer, la determinación, la intuición y la consciencia.
Para que el cerebro pueda desempeñar plenamente sus atribuciones, es necesario que esté en perfecto estado, tanto en su estructura anatómica como en sus condiciones fisiológicas, sin compromisos que puedan perjudicar la libre manifestación de sus funciones.

Entre los factores que comprometen a la masa encefálica, pueden estar presentes los accidentes vasculares cerebrales, los tumores, las infecciones como la encefalitis y la meningitis, los traumatismos cerebrales, el uso de drogas o sustancias que agreden la célula nerviosa, así como los disturbios congénitos y hereditarios.
Las diferentes modalidades de conocimiento que adornan la personalidad humana, son importantes, pero no pueden ser supervaloradas, llevando a la vanidad intelectual y al orgullo altamente perjudiciales para la comprensión de la realidad del alma.

Para el reconocimiento de esa realidad, son dispensables conocimientos de alta sabiduría, pues ese es un campo en que los simples y los sabios se identifican.
Ese conocimiento, que en el pasado era revelado tan solo por algunos iniciados, comienza a ser desvelado por un gran número de personas, visto que la humanidad se encuentra en el umbral
de la realidad, y nada puede mantenerse oculto en el amanecer de la nueva era que se aproxima, la Era del Espíritu. Ese concepto está de acuerdo con el que consta en el Evangelio, que «Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse» (Mateo 10, 26).

ALMA

El Alma Según Allan Kardec

En la secuencia de la evolución de los conocimientos adquiridos sobre la realidad del alma, en diferentes épocas, se destaca Allan Kardec, el emérito codificador de la Doctrina Espírita, nacido en Lión, Francia (1804-1869), que transcribe el mensaje de revelación del Espíritu de la Verdad a la Luz del Cristianismo, donde el ser espiritual que da vida a la criatura humana está muy bien estudiado en las diferentes modalidades de su existencia.
Sus enseñanzas vienen adquiriendo progresivamente mayor número de adeptos, en todos
los estratos sociales, en diferentes partes del mundo.

Algunos conceptos, contenidos en El Libro de los Espíritus, son aquí transcritos libremente
en su contenido, por ser indispensables a la interpretación que se procura dar, en el presente trabajo, sobre la realidad del alma y del espíritu.
Los Espíritus son los seres inteligentes de la Creación y se caracterizan por su individualidad.
Fueron creados simples e ignorantes y tiene la oportunidad de evolucionar y de volverse perfectos. El pensamiento, la inteligencia, las cualidades morales y la consciencia, son atributos del alma.
Las almas son los espíritus encarnados. Forman parte de la constitución de los seres humanos temporalmente, para purificarse y esclarecerse y fuera de ellos, como espíritus, pueblan el mundo invisible.
La participación de los espíritus en la formación de los seres humanos se hace a través del
proceso de reencarnación, un fenómeno de asociación, dándoles la oportunidad de evolucionar, pues todos los espíritus tienden a la perfección El espíritu está revestido por un envoltorio de naturaleza electromagnética, el periespíritu, que en el organismo humano constituye la unión entre el alma y el cuerpo físico, y después de la separación, que se realiza en el desenlace, el periespíritu también se desprende del cuerpo y se mantiene unido al espíritu.
Si los espíritus, como seres encarnados procedieran de modo contrario a la Ley de Dios, recibirán, como retorno, en esta vida o en vidas futuras, las pruebas correspondientes a sus faltas, bajo la forma de sufrimientos físicos o psíquicos, o dificultades en los diferentes sectores de la vida.
Los atributos de la individualidad humana son los del espíritu encarnado. Así, un hombre
de bien es la encarnación de un espíritu bueno y un hombre perverso es la encarnación de un espíritu impuro, ignorante.
Los seres humanos que cometen faltas, que agreden la Ley, no retroceden espiritualmente.
Se mantienen estacionarios y si no tuvieron la oportunidad de reparar, en la misma existencia, las faltas cometidas, tendrán que retornar, en encarnaciones futuras, cuantas sean necesarias, y enfrentar diferentes modalidades de sufrimientos, que constituyen formas de reparación de sus faltas, y la oportunidad de rehacer la existencia no aprovechada, para alcanzar algún progreso espiritual.
Los espíritus sufren, tanto en el mundo corporal como en el espiritual, las consecuencias de
sus imperfecciones.
Para los espíritus la encarnación puede ser un acto de expiación o de misión que ellos aceptan con placer, con el fin de ayudar a los seres humanos a alcanzar más rápidamente el progreso en los diferentes sectores de la vida. Son almas primorosas que pueden reencarnar aisladamente, o en grupos, y se identifican por sus ideales de amor a los semejantes, procurando incentivar el progreso y el bienestar de los seres humanos en las diferentes áreas de actuación, motivando la evolución de la consciencia humana en los ideales de paz, fraternidad y progreso.